miércoles, 30 de enero de 2008

Ponencia 2007 Marta Berreta / Tulio Cañumil

PONENCIA DE WIXALEYIÑ
Discusión sobre la necesidad de establecer una política lingüística

Política y planificación lingüística
Aunque la lengua y la sociedad son inseparables, existen situaciones en las que se hace necesario examinar la forma en la que ambas se relacionan, puede ser porque la lengua comienza a ser escrita o utilizada en la educación, o porque dentro de la misma sociedad existe mas de una lengua y la relación entre ellas necesita ser regulada, etc. Entonces, a partir de este examen se toman decisiones sobre el modo en que la sociedad y la(s) lengua(s) se relacionaran, esto es lo que entendemos por política lingüística. La planificación lingüística son entonces las acciones concretas a realizar para lograr los objetivos planteados por la política lingüística.
En resumen entendemos que; dado un grupo humano, una sociedad en la que existe una o mas lenguas, una política lingüística es la determinación del modo en que se relacionaran la lengua o lenguas con dicha sociedad. Una planificación lingüística es el modo en el que esa política se llevará a cabo.

Los problemas para establecer una política lingüística
Existen varios factores que dificultan el diseño de una política lingüística mapuche y su posterior concreción en una planificación lingüística. Entre ellos los mas notables son
- Nuestra nación fue invadida y conquistada por dos republicas, Argentina y Chile, y consecuentemente dividida entre dos estados.
- somos un pueblo sin un estado y sin autonomía respecto de esos estados.
- nuestras diversas parcialidades territoriales se hayan muy alejadas entre sí, lo que dificulta la comunicación
- La situación en la que se encuentran respecto del idioma difiere en gran medida, yendo desde aquellos para quienes aun es su lengua materna (L1), a aquellos que ya lo han perdido

Análisis de la situación
Nos encontramos en una situación de diglosia con respecto del Castellano. Entendemos por diglosia la situación en la que en una sociedad se hablan al mismo tiempo dos idiomas distintos. En este caso encontramos una lengua dominante y una lengua minoritaria. Compartimos la opinión de algunos lingüistas, de que de ningún modo se trata de una relación armoniosa, sino de una situación de conflicto, en la que la lengua dominada puede desaparecer en favor de la dominante (substitución) o bien recuperar sus funciones y derechos. Esto ultimo se llama normalización, y debe ser el objetivo de cualquier política lingüística que se diseñe.
Pero además de la típica situación de diglosia nos encontramos ante el problema del desconocimiento del idioma entre muchos de nosotros, por lo que una planificación no solo deberá enfocarse sobre la relación entre los idiomas en conflicto, y de la planificación del estatus y del corpus, sino también en la difusión del idioma entre aquellos que lo han perdido o los que tienen un conocimiento limitado del mismo.
Aunque nuestro pueblo esta determinado a recuperar el idioma, y con ese objetivo en mente se están realizando diversas acciones en distintos lugares de nuestro territorio, el problema es la diferencia de criterios con la que estas acciones se están llevando a cabo. Tareas de difusión y enseñanza que normalmente son parte de una planificación lingüística se están haciendo sin el previo diseño de una política lingüística que unifique los criterios y designe los objetivos a alcanzar.

Un mecanismo posible
Generalmente se supone que, aunque cualquier grupo humano puede diseñar una política lingüística, solo un estado (o una entidad que disponga de cierta autonomía dentro del estado) tiene el poder y los medios para pasar a la planificación. El pueblo Mapuche no tiene un estado, ni tampoco se le ha otorgado una autonomía. Por lo tanto, si solucionamos el problema de diseñar una política lingüística, la planificación subsiguiente deberá poder llevarse a cabo sin un estado ni una autoridad centralizada.
Para el diseño de una política lingüística, lo primero sería tratar de definir, entre aquellos que están trabajando en la recuperación del idioma, cuales son los puntos sobre los que se puede lograr consenso para crear una guía orientativa sobre política lingüística. Esta, como su nombre indica, serviría como guía para que cada parcialidad pueda orientarse cuando tenga alguna duda en la realización de trabajos sobre la lengua. Así también serviría para instalar la discusión con vistas a crear un organismo que continúe trabajando en el diseño y mejora de este documento. Dicho organismo no podría ser centralizado, como una academia. De hecho, la creación de una academia del idioma podría ser contraproducente, porque sería susceptible a la influencia de uno de los dos estados, Chile o Argentina. Por eso sería preferible ensayar otro sistema, mas flexible, no centralizado, basado en el consenso, algo como un Consejo De Idioma Mapuche. Este consejo seguiría mejorando la guía sobre política lingüística. Esta sería la guía que cada parcialidad territorial, cada comunidad, cada mapuche-hablante seguiría en el desarrollo de la planificación lingüística. Cada uno de estos llevaría a cabo una planificación propia, ya sea enseñando el idioma, realizando investigaciones, escribiendo textos, o realizando cualquier otra actividad cultural con la intención de traer a la realidad los objetivos planteados por la política lingüística.