jueves, 13 de septiembre de 2007

Ponencias 2007

LOS PUEBLOS ORIGINARIOS Y SUS DERECHOS COLECTIVOS

“El Idioma es una forma de comunicarse y de construir realidades, es una forma de representar y de construir el mundo”.


Nos hacemos parte de este encuentro como organización Mapuce de la provincia de Neuquén, nucleadas en la Coordinación de Organizaciones Mapuce, para dar a conocer la visión y proyección de nuestro idioma en el marco de la educación intercultural, componente fundamental para el pleno ejercicio de nuestros derechos como Pueblo Nación Mapuce. En este sentido se darán a conocer los diversos avances y proyecciones que se han llevado a cabo a través del Centro de Educación Mapuche Norgvbamtuleayiñ el cual ha basado su actuar en tres derechos esenciales:

• Derecho a ser un Pueblo.
• Derecho a un Territorio.
• Derecho a ejercer nuestra Autonomía.

(DERECHO A LA AUTODETERMINACIÓN)

El Centro de Educación Mapuce Norgvbamtuleayiñ, centra su demanda en el ejercicio de cuatro ejes estratégicos

1.- Derecho a la Autodeterminación Lingüística
2.- Derecho a ejercer una Educación Autónoma,
y al ejercicio de nuestros nombres
4.- Derecho a la Educación Intercultural

(DERECHO A PRESERVAR NUESTRA IDENTIDAD COMO PUEBLO)


1) Derecho a la Autodeterminación Lingüística.

La Lengua o idioma del Pueblo Mapuce se llama MAPUZUGUN, de MAPU, Territorio, Cosmos y ZUGUN palabra, sonido. Cada pájaro, cada montaña, río, roca, sol, luna poseen vida, fuerza, conocimiento y lo transmiten a los CE (personas) a través del MAPUZUGUN. Es por esto, que se nos hace imposible hablar de idioma sin hablar de Territorio.

Desde nuestra Cosmovisión entendemos que el KIMVN (conocimiento) está en el IXO FIJ MOGEN, diversidad de vidas existentes en el WAJ MAPU (Cosmos). Aquí surge el NOR y AZ MOGEN que nos entregan valores y principios que rigen nuestra vida como Pueblo Originario de este Territorio.

En el WAJ MAPU nace lo que hoy se define como EDUCACIÓN, que en nuestro Idioma se traduce como GVBAM, GVBAMTUWVN, KIMELTUWVN, espacios comunitarios donde nos encontramos para hacer circular el KIMVN, para socializar el conocimiento.

Hoy, como Pueblo Mapuce somos una sociedad que no quiere abandonar su cultura ni renunciar a su lealtad lingüística, pero tampoco queremos aislarnos del mundo moderno. Vivimos en una sociedad donde se habla castellano, lengua que también compartimos, pero nosotros tenemos nuestra Lengua y queremos proyectarnos con ella, en una sociedad respetuosa de nuestra Identidad. Es por esto que estamos en un proceso de revitalización y recuperación de nuestros conocimientos, en el cual tomamos las herramientas necesarias para la proyección de nuestra cultura.

En este sentido escribir nuestro idioma constituye un gran desafío cultural. Se trata de dar el paso de la oralidad a la escritura, apropiarnos de ella para fortalecer y revitalizar nuestra producción cultural y lingüística. Si bien la cultura tradicional se ha basado en el poder de la "palabra" oral, tenemos la necesidad de escribir. Ya que en nuestra realidad, la oralidad no es suficiente. Estamos insertos en un mundo escrito, en donde las cosas se validan y tienen existencia en la medida en que estén escritas.

La escritura no implica renunciar a la oralidad. La oralidad es parte de nuestro valor cultural, de nuestra identidad, irá con nosotros y en nuestros escritos. Nuestras palabras llevarán los mensajes orales que nos han hecho sentir nuestros antepasados, esa ha de ser nuestra particularidad y distinción con las demás culturas. Comunicar los conocimientos profundos, elaborados a lo largo de las generaciones de las cuales hemos formado parte. Tenemos mucho que decir, comunicar, enseñar y aprender.

Escribiremos nuestro idioma y conocimientos para romper con el silencio cultural en que nos encontramos, para terminar con la auto represión de nuestros propios pensamientos y conocimientos, con la auto represión lingüística.

En este sentido es necesaria también la igualdad de las lenguas, partiendo del reconocimiento de ellas. En ese camino hemos de lograr el reconocimiento de la oficialidad del Mapuzugun, idioma Mapuce.
Lo que implica obtener todos los recursos necesarios para desarrollar la política lingüística de forma totalmente autónoma, sin injerencias exteriores, organizando y gestionando los recursos necesarios para el mantenimiento, transmisión y normalización total de nuestro idioma.
Estos derechos están respaldados por la Declaración universal de derechos lingüísticos que dice lo siguiente:

Artículo 3

1. Esta Declaración considera como derechos personales inalienables, ejercibles en cualquier situación, los siguientes:
• El derecho a ser reconocido como miembro de una comunidad lingüística;
• El derecho al uso de la lengua en privado y en público;
• El derecho al uso del propio nombre;
• El derecho a relacionarse y asociarse con otros miembros de la comunidad lingüística de origen;
• El derecho a mantener y desarrollar la propia cultura; y todos los otros derechos de contenido lingüístico reconocidos en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 16 de diciembre de 1966 y en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la misma fecha.
2. Esta Declaración considera que los derechos colectivos de los grupos lingüísticos, además de los establecidos por sus miembros en el apartado anterior, también pueden incluir, de acuerdo con las puntualizaciones del artículo 22
• el derecho a la enseñanza de la propia lengua y cultura;
• el derecho a disponer de servicios culturales;
• el derecho a una presencia equitativa de la lengua y la cultura del grupo en los medios de comunicación;
• el derecho a ser atendidos en su lengua en los organismos oficiales y las relaciones socioeconómicas.

3. Los derechos de las personas y los grupos lingüísticos mencionados anteriormente no deben representar ningún obstáculo en la interrelación y la integración de éstos en la comunidad lingüística receptora, ni ninguna limitación de los derechos de esta comunidad o de sus miembros a la plenitud del uso público de la lengua propia en el conjunto de su espacio territorial.


Artículo 4

1. Esta Declaración considera que las personas que se trasladan y se establecen en el territorio de una comunidad lingüística diferente de la propia tienen el derecho y el deber de mantener con ella una relación de integración. La integración se entiende como una socialización adicional de estas personas de manera que puedan conservar sus características culturales de origen, pero compartan con la sociedad que las acoge las referencias, los valores y los comportamientos suficientes para permitir un funcionamiento social global sin más dificultades que las de los miembros de la comunidad receptora.

2. Esta Declaración considera, en cambio, que la asimilación, entendida como la aculturación de las personas en la sociedad que las acoge, de tal manera que substituyan sus características culturales de origen por las referencias, los valores y los comportamientos propios de la sociedad receptora- no debe ser en ningún caso forzada o inducida, sino el resultado de una opción plenamente libre.


2) Derecho a ejercer una Educación Autónoma

La educación mapuce nos permite aprender, conocer y comprender al Ixofij Mogen/biodiversidad, distintos newen/fuerzas que conviven en nuestro Waj Mapu/Territorio, donde cada persona es una de esas fuerzas, pero sin facultades para creer que es superior ya que ve la vida como una totalidad, donde todo está interrelacionado y donde cada una de las fuerzas de la Naturaleza cumplen un rol. El ce/la persona es el responsable de mantener el equilibrio y la armonía del Waj Mapu.

Pero ¿de qué manera este sistema educativo se mantuvo?... ¿Quiénes fueron los agentes educadores?..¿En qué ámbito se desarrolló esta educación?... ¿Cuáles son los mecanismos de transmisión y desarrollo de esos conocimientos y prácticas?... ¿En qué estado de fortaleza se encuentra hoy?

La educación mapuce está basada en los principios y valores de nuestro Pueblo / Nor ka Az Mogen. El ce (la persona) adquiere Kimvn/Conocimiento y desarrolla el Rakizuam/Pensamiento en un espacio de intercambio y de consejo que denominamos Gvbamtuwvn, Kimeltuwvn.

El proceso educativo mapuce comienza desde la misma concepción de la persona en el vientre de su madre, continúa en su relación de familia y con la comunidad. Esto permite su crecimiento y maduración dentro de una cultura que le pertenece, que permite su formación y desarrollo como hombre o mujer mapuce a partir de la adquisición de valores y conocimientos de la historia, de la espiritualidad, de la lengua, de la ciencia, del arte, de la filosofía, pero de acuerdo con las normas y los modos de ver tanto la vida social como la vida natural.
Son nuestras autoridades originarias las que guían, orientan este proceso.

Proceso de Eliminación y Ocultamiento de la Educación Propia

En la argentina, la historia de la educación nos permite indagar los procesos de formación del sistema educativo y su relación con las naciones originarias. Tomando como partida la época colonial, posconquista, podemos hablar de una pedagogía de la evangelización donde ordenes jesuitas, dominicanas, y franciscanas entre otras, tenían en sus manos la llamada “civilización” de los pueblos originarios.
Su objetivo fue la enseñanza y propagación de la religión católica. Las razones pueden entenderse en el hecho de que la conquista fue una empresa política y religiosa ya que en España influía la iglesia católica.
Básicamente se enseña a leer, escribir, contar y algunos oficios. Los hijos de las autoridades originarias son llevados desde los cuatro años, por orden de Cedulas Reales, a su conversión al catolicismo, a aprender lengua española e ideologías políticas, con el objetivo de que influyan en sus padres. (Como lógica que persiste en la actualidad siendo un claro ejemplo la beatificación de Ceferino Namunkura)
Podemos dar algunos ejemplos de quienes defendieron e hicieron práctica de estos principios, en el periodo de “Organización Nacional”, como fueron Sarmiento y Alberdi quienes coincidían en la visión sobre el nativo como bárbaro. Frases de Alberdi como “toda civilización de nuestro suelo es europea”, “todo lo que no es europeo es bárbaro” tiñen la política de la acción educativa.
Si buscamos un hilo conductor en la relación entre el sistema educativo nacional y los Pueblos indígenas, surgen dos conceptos claves, el de “asimilación” e “integración”; una relación asimétrica donde queda claro quien enseña y quienes deben aprender.
Los cambios que se han producido en el sistema educativo en los últimos años, no han sido suficientes para lograr una convivencia plena y efectiva desde la diversidad cultural.
Nosotros aspiramos a formar parte de un Estado intercultural, que tome en cuenta los distintos Pueblos Originarios que existimos dentro de este Territorio. En este marco podremos ejercer nuestros derechos fundamentales: nuestra propia forma de desarrollo económico, nuestra propia educación, salud, justicia, etc.
Queremos construir una nueva relación con el Estado Argentino, donde ambas sociedades podamos conocernos y respetarnos, compartiendo la riqueza que cada cultura tiene.

Desde la Educación Autónoma aportamos la posibilidad de cambiar la lógica de la civilización occidental con sus patrones de producción, acumulación y consumo, y las relaciones de depredación y contaminación predominantes con el medio ambiente o IXOFIJ MOGEN, del cual somos parte. Así es posible introducir en la educación una cosmovisión que refleje una relación más equilibrada, entre la sociedad y naturaleza.

DERECHO A LA IDENTIDAD
La Identidad Mapuce en Ejercicio: El Derecho al Nombre
Meli Folil Kvpan – Registro Civil Mapuce
Tanto la Constitución Nacional, como la recientemente reformada Constitución de la provincia de Neuquén, establecen el derecho a la Identidad de los Pueblos Indígenas. Este Derecho esta moldeado por el reconocimiento: de la condición de Pueblo, de la lengua, de las instituciones políticas y culturales Mapuce.

Se ha dicho que la Identidad es un reflejo de nosotros mismos, este reflejo debe buscarse tanto en el reconocimiento estatal como en una reconstrucción reflexiva de la propia identidad Mapuce. La propuesta que se plantea en este documento es entonces, por una parte recuperar una parte de nuestra Identidad a través del reconocimiento estatal a nuestro derecho al nombre, nuestro derecho a nombrar y nuestro derecho a ejercer nuestras instituciones político - culturales; pero además se propone que como Pueblo realicemos esa reflexión y nosotros también recuperemos y reconozcamos nuestros nombres, nuestras ceremonias y nuestras instituciones.

Para el ordenamiento jurídico de la sociedad no mapuce el nombre es el medio de individualización de las personas en la sociedad. La ley nacional que regula
esta materia dispone en su art. 1 que: "Toda persona natural tiene el derecho y el deber de usar el nombre y apellido que le corresponde de acuerdo con las disposiciones de la presente ley". Pero el derecho a la identidad, reconocido constitucionalmente, está por encima de esta Ley Nacional que no puede restringirnos ni impedirnos el ejercicio de nuestra cultura.
Para el Pueblo Mapuce, los nombres no son para individualizarnos sino que son parte esencial de nuestra identidad y la pérdida de este conlleva la pérdida de nuestro origen, de nuestra cultura.

Sin duda, uno de los elementos esenciales que establece la Identidad está dado por el nombre.

El sistema de dominación estatal pretende imponer una lista de "nombres legalizados", impidiéndonos ejercer nuestra cultura y nuestros derechos. Por esto, en este proceso de construcción de una Sociedad Intercultural, la forma en la que definimos nuestro nombre y el reconocimiento originario de estos, es un derecho y una práctica espiritual que los Mapuce debemos recuperar y el Estado está obligado de esta manera a adoptar políticas de reconocimiento para hacer efectivo el Derecho a la Identidad. Pero la definición de cuáles son esas políticas y cómo deben llevarse a cabo debe ser efectuada respetando el significado y la autonomía de las instituciones culturales Mapuce.

Un ejemplo claro del ejercicio de nuestra Identidad es la puesta en marcha del Meli Folil Kvpan- Registro Civil Mapuce que se posiciona como una instancia de reconocimiento político, cultural y jurídico dentro del Estado neuquino.

El Meli Folil Kvpan es la instancia comunitaria del Pueblo Mapuce en la Provincia del Neuquén para el Registro de los nacimientos de niños y niñas mapuce. Una institución mapuce representada por el Logko, la Pijañ Kuse y el Werken.

El reconocimiento del nombre presupone, además de la puesta en práctica de nuestra espiritualidad y nuestra cultura, la posibilidad de ejercer nuestra autonomía, dando a los niños y niñas el primer reconocimiento como miembros del Pueblo Mapuce.


3) Derecho a la Educación Intercultural

Desde el punto de vista del pueblo Originario Mapuce sostenemos que la Interculturalidad se anuda con la democratización de la sociedad y el Estado. Reconocer implica construir nuevas relaciones políticas, nuevas legalidades, nuevas instituciones que expresen otro tipo de articulación entre sujetos de derecho diferentes y la garantía del Estado como articulador de las diferencias y promotor de la igualdad.

La Educación Intercultural en esta perspectiva, no se reduce a la enseñanza bilingüe. Lo público debe operar como el espacio de la integración crítica y la democratización. Para ello es necesario que la pedagogía pueda nombrar y tratar las distintas formas de opresión, y en este caso particular enfáticamente las que someten y controlan a los pueblos originarios.
En este sentido es indispensable el desarrollo de dos procesos paralelos e interrelacionado:
EL PROCESO DE RECUPERACIÓN Y FORTALECIMIENTO DE LA EDUCACIÓN AUTÓNOMA MAPUCE y EL PROCESO DE ESCOLARIZACIÓN INTERCULTURAL. Si no se cumple el primer proceso, el segundo no tendrá la base suficiente para construir una identidad independientemente de las instituciones del estado.










¡¡¡Marici Wew Marici Wew!!!
¡¡¡Diez veces estamos vivos!!!
¡¡¡Diez veces proyectamos nuestra Identidad!!!
¡¡¡Diez veces proyectamos la Interculturalidad!!!